Antes de marzo de este año, mi entendimiento sobre los impactos del cambio climático, tanto de su extensión como de su intensidad, era, si acaso, básico. Sabía que el cambio climático perjudicará a la larga al planeta… ¡Vaya manera de subestimar sus efectos! Sabía que la gente muere por olas de calor, se derriten glaciares, se eleva el nivel del mar y ocurren sequías, pero eso era todo. Por supuesto, todo ello es suficientemente grave, pero finalmente aprendí que los impactos son aún mayores cuando decidí informarme más con ayuda del libro The Uninhabitable Earth: Life After Warming (La Tierra inhabitable: vida después del calentamiento) de David Wells-Wallace. Este texto me ofreció toda una nueva perspectiva y me llevó a leer más, en un intento por “ponerme al corriente”. Mencionaré solo uno más: Climate Change and the Health of Nations: Famines, Fevers, and the Fate of Populations (Cambio climático y la salud de las naciones: hambrunas, enfermedades y el destino de las poblaciones) de Anthony J. McMichael, destacado científico especializado en salud que forma parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés). Por cierto, he escrito artículos para numerosas publicaciones cristianas por más de 15 años sobre las bases bíblicas de la creación, pero simplemente no estaba correctamente informado de la gravedad de la situación del planeta, tanto actual como futura. Así que, ¿cuáles son los impactos del cambio climático?