COP 25: Tiempo de actuar

25 años. 25 años de conversaciones. ¿Qué acciones hemos visto? Las emisiones siguen en aumento y, en algunos casos, drásticamente. Las acciones que los países han acordado tomar (en algún momento no específico en el futuro) son notablemente pequeñas comparado con lo que se requiere hacer de manera urgente. Este año, la COP ha sido apropiadamente llamada «Tiempo de actuar». Ya era hora.

Varias situaciones difíciles me han hecho recordar que nuestro Dios es el Dios de lo imposible. Él puede mover montañas. Antes de que pueda describir un panorama sombrío sobre el futuro hacia el que va encaminado el mundo, es importante recordar esto. Nuestro Dios es victorioso. Puede y abrirá el camino. Nos invita a unirnos a Él para renovar el mundo.

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. 

¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17)

Te invito a orar con confianza. A hacer un llamado a los gobiernos para que lleven a cabo acciones reales y tangibles. A demostrar pasión, perseverancia y persistencia cuando le pidas a Dios y a los políticos. Para que veamos nuestro mundo renovado y restaurado mientras nos aliamos con Dios y con otras personas para exigir un cambio radical. 

París y las NDC

2020 es la fecha límite para que todos los países revisen sus planes nacionales de acción climática o Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de mitigación (reducción de emisiones), adaptación y financiamiento. Es fundamental que estos planes o contribuciones estén dirigidos a cumplir los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París —o que sean más ambiciosos que estos— de alcanzar el punto máximo de emisiones lo antes posible y de llegar a cero emisiones netas para 2050.

El Acuerdo de París fue establecido en la COP 21 en el año 2015.Su objetivo es lograr que todas las naciones actúen de manera conjunta con ambición para solucionar la crisis climática y adaptarse a sus impactos, ofreciendo mayor apoyo a los países vulnerables para que también puedan lograrlo. El principal objetivo es mantener, durante este siglo, el aumento de la temperatura muy por debajo de los 2 grados Celsius —de preferencia, 1,5 grados Celsius—, en relación con los niveles anteriores al desarrollo industrial. En el centro del Acuerdo de París se encuentran los planes nacionales de acción climática, que contienen información sobre las acciones climáticas que cada país llevará a cabo después del 2020.

La COP 25 será decisiva y ofrecerá a los políticos una plataforma para asumir compromisos climáticos firmes en 2020, con la mirada puesta en la COP 26, que tendrá lugar en Glasgow, Reino Unido, a finales del próximo año. En la COP 26 los nuevos objetivos climáticos de cada país serán evaluados y acordados. Los países deben demostrar que están en camino de lograr estos nuevos y ambiciosos objetivos climáticos. El mundo se enfrenta a una emergencia climática y todos los países necesitan incrementar drásticamente sus esfuerzos para reducir las emisiones y evitar daños catastróficos para el clima.

La situación actual

  • Casi 75 % de los 184 compromisos del Acuerdo de París fueron considerados insuficientes para reducir la velocidad con la que está sucediendo el cambio climático.
  • China e India, entre los principales emisores, reducirán la intensidad de sus emisiones, pero estas seguirán aumentando.
  • Estados Unidos, el segundo país con mayor cantidad de emisiones, ha revertido políticas nacionales clave para combatir el cambio climático.
  • Cerca del 70 % de los compromisos dependen, para su implementación, de financiamiento no confirmado de países ricos.
  • Puedes utilizar el Climate Action Tracker para ver los objetivos climáticos de tu país y lo que necesita hacer para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius.
Incluso si se lograran los actuales objetivos de los países, el mundo experimentará un aumento promedio de temperatura de 3 grados Celsius para finales de este siglo. Ni siquiera queremos pensar en cuáles serían sus efectos. Las temperaturas promedio han aumentado aproximadamente 1 grado Celsius, comparadas con los niveles anteriores al desarrollo industrial. Las comunidades alrededor del mundo están ya experimentando un incremento en los impactos del cambio climático, entre los que se incluyen sequías, inundaciones, desastres que suceden con mayor frecuencia e intensidad y el aumento del nivel del mar. Los impactos están dañando la salud de las personas, sus medios de vida y sus hogares, así como su acceso a alimentos y a agua limpia. Las personas en mayor situación de pobreza y más vulnerables de nuestro planeta ya son las más afectadas. El ritmo actual de reducción de emisiones en el mundo debe incrementarse cinco veces para lograr limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, si deseamos mantener un nivel seguro.

¿Qué podemos hacer?

¡No olvides orar! Jesús dijo: “Separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5) y “Para los hombres es imposible, mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

También podemos seguir instando a nuestros gobiernos para que lleven a cabo acciones más ambiciosas y con mayor prontitud para reducir las emisiones, dejar de extraer combustibles fósiles, invertir en energía renovable y prepararse para los impactos del cambio climático que sean inevitables. De la misma manera, los países de ingresos altos deberían ayudar a los países más vulnerables a hacer lo mismo. Nuestros gobiernos deberían contar con:

  • Un objetivo a largo plazo claramente definido para reducir las emisiones, compatible con la meta de un aumento máximo de la temperatura de 1,5 grados Celsius. Este objetivo debería incluir todos los sectores, entre ellos, los de transporte, producción energética, construcción, industria, uso de la tierra y agricultura, finanzas y desarrollo económico, y adaptación y resiliencia.
  • Un proceso transparente para eliminar progresivamente la exploración de combustibles fósiles, su extracción y financiamiento (incluido el financiamiento a las exportaciones), y planes para una transición justa.
Podría parecer que es más fácil decir todo esto que hacerlo, pero en el momento actual del debate, no tenemos nada que perder y todo que ganar.

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